miércoles, 23 de abril de 2014

"En Brasil matan por la noche a niños de la calle”

El Mundial de 2014 no ha empezado y ya va camino de convertirse en el más polémico de toda la historia. La Copa Confederaciones ya demostró que la situación en Brasil no es la más idónea para organizar un evento de este tipo, pero según se acerca la gran cita los puntos negros son más evidentes.
Los rumores de amaños siguen manchando al fútbol en su torneo más importante, pero parece que los problemas sociales preocupan más a la FIFA. Los muertos en las obras de los estadios y su retraso son un problema evidente. Sin embargo, todo puede quedar en nada si las palabras del periodista danés Mikkel Jensen se confirman.
Este freelance soñaba con seguir en directo el Mundial de Fútbol, pero decidió volver a Europa antes de que el evento comenzase por la situación que se encontró en Brasil. Según él, varios niños de la calle son asesinados todas las noches en Fortaleza para limpiar la imagen del país de cara a los turistas que llegarán a partir del mes de junio.
Por esto, Jensen ha sido muy criticado por los medios brasileños. Decidió marcharse cuando piensan que debería haberse quedado para contrastar su información y aportar más pruebas. En cualquier caso, el relato que el periodista publica en Facebook merece ser analizado detenidamente.
La carta de la polémica
“Desde hace casi dos años y medio llevo soñando con cubrir el Mundial de Brasil. El mejor deporte del mundo en un país maravilloso. Hice un plan, me fui a estudiar a Brasil, aprendí portugués y estaba preparado para volver.
Y en septiembre de 2013 volví. El sueño se iba a cumplir. Pero hoy, dos meses antes de la fiesta de la Copa del Mundo, he decidido que no voy a seguir aquí. El sueño se ha convertido en una pesadilla.


Durante cinco meses fui documentando las consecuencias que provoca la celebración del Mundial. Son varias: remodelaciones, fuerzas armadas y policía militar en las comunidades, corrupción, abandono de proyectos sociales... Descubrí que todos los proyectos y los cambios se deben a gente como yo -un extranjero y también un periodista internacional-. Estoy siendo utilizado para causar buena impresión.
Los matan por la noche, cuando están durmiendo en una zona donde hay muchos turistas
En marzo estuve en Fortaleza para conocer la ciudad más violenta de todas las sedes de la Copa del Mundo. Hablé con algunas personas que me pusieron en contacto con niños de la calle y luego supe que algunos habían desaparecido. A menudo, los matan por la noche, cuando están durmiendo en una zona donde hay muchos turistas. ¿Por qué? ¿Para dejar limpia la ciudad para los extranjero y la prensa internacional? O sea, ¿por mi culpa?
En Fortaleza conocí a Allison, 13 años, que vive en las calles de la ciudad. Un chaval con una vida muy dura. Él no tenía nada, sólo un paquete de cacahuetes. Cuando nos conocimos él me dio todo lo que tenía, los cacahuetes. Este niño, que no tiene nada, ofreció la única cosa de valor que tenía a un extranjero que llevaba cámaras por valor de 10.000 dólares y una tarjeta Master Card en el bolsillo. Increíble.
Pero su vida está en peligro debido a gente como yo. Corre el riesgo de convertirse en la próxima víctima de la limpieza que están efectuando en la ciudad de Fortaleza. No puedo cubrir este evento después de enterarme de que el precio de la Copa no sólo es el más alto de la historia en dinero, sino que estoy convencido de que ese precio incluye también las vidas de niños.
Hoy voy a volver a Dinamarca y no volveré a Brasil. Mi presencia sólo está contribuyendo a un desagradable espectáculo en Brasil. Un espectáculo en el que hace dos años y medio soñaba participar, pero hoy voy a hacer todo lo que esté en mi mano para criticar y dar a conocer el precio real de la Copa del Mundo de Brasil.¿Alguien quiere dos entradas para el Francia-Ecuador del 25 de junio?" escribió el periodista en la red social.

Causas por las cuales los niños viven en situación de calle.

En los últimos 20 años la cantidad de niños que habitan la calle ha aumentado considerablemente en todo el mundo. Latinoamérica es donde viven la mitad de estos niños y es la zona más afectada por éste problema. Este fenómeno es exclusivamente urbano, dado que las áreas rurales tienden a tener familias más conservadoras y/o a poner más énfasis en el clan y tribu que en la familia, lo que no sucede en una ciudad de tipo industrializado. Los varones son los más propensos a este fenómeno: Según la Asociación por la Defensa de las Minorías en Perú, el 80% de los niños de la calle en ese país son varones.Muchos niños empiezan a vivir en la calle entre los 7 y los 8 años. Las causas pueden ser múltiples, pero todas tienen origen en un grave problema social de pobreza y marginalidad.

las principales causas son:
Las emigraciones campesinas: especialmente en países pobres, el campesinado se ve marginado de los procesos de desarrollo del país. Ello hace que centenares de familias de campesinos emigran hacia los principales centros urbanos en donde viven en condiciones de extrema pobreza, lo que causa una desintegración familiar.

Violencia intrafamiliar: la Violencia intrafamiliar es un flagelo social que trae como consecuencia la huida de los menores hacia las calles. Escapan de padres violentos, por lo general padrastros, que golpean al niño o abusan sexualmente del mismo por esto hay muchos niños con falta de amor.

La prostitución: la prostitución evidencia una falta de oportunidades reales para la mujer en ciertos países y el crecimiento en la proporción de este oficio puede generar a su vez niños que después pueden estar en un alto riesgo de abandono.

Las drogas y el alcoholismo: no es raro que los niños sean inducidos al uso de drogas y alcohol y ello los lleva a abandonar el seno hogareño.

Una parte de estos niños vive día y noche en la calle en condiciones infrahumanas. Por ejemplo, sin la vestimenta adecuada (en muchos casos descalzos), sin control médico y sin la posibilidad de acudir a un centro sanitario que los asista. Para poder sobrevivir se dedican a vender caramelos en las calles, a limpiar zapatos, a recoger los restos de la basura, a pedir limosna y a robar. Casi todos, en esta huida, toman contacto con las drogas más baratas (inhalando pegamento), y se unen a otros formando grupos que sustituyen a la familia y a la sociedad que les ha excluído. Viven atemorizados, sobre todo por la policía y por los criminales, quienes los maltratan, roban e incluso violan.


 Fuente: http://ninosenlacalle.blogspot.mx/

Dolorosa Infancia en México



La primera infancia, de los cero a los cinco años de edad, representa una etapa decisiva en el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y emotivas de cada niño y es la etapa más vulnerable del crecimiento.
En esta fase se forman las capacidades y condiciones esenciales para la vida, la mayor parte del cerebro y sus conexiones. El amor y la estimulación intelectual permiten a los niños desarrollar la seguridad y autoestima necesarias.
Para ello, su entorno y las condiciones de vida de la madre son fundamentales.
En 1989, durante los trabajos de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), definía al niño de la siguiente manera: un niño es un ser humano que tiene pocos años, inexperto, irreflexivo. Es un afortunado que recibe trato afectivo, sin importar su raza, color, sexo, idioma, religión, nacionalidad, si es rico o pobre, si tiene o no padres o impedimentos físicos o mentales. Los niños -para la ONU- son primero y están por encima de cualquier otra consideración.
¿Cuál es la situación en México?
En México, hablar de la infancia es sacudir historias de dolor, sufrimiento, pobreza, abandono, injusticia, miseria, humillación y desprecio.
Es hablar de miles de menores que viven en las calles luchando por sobrevivir, niños acusados, señalados, estigmatizados, reprimidos, marginados, torturados y encerrados injustamente, niños a quienes se les ha negado el derecho a la dignidad, al juego, a la justicia, a la libertad, niños golpeados, maltratados, extorsionados, violados, explotados, niños que abandonan la escuela porque tienen que trabajar.
En México hay niños que duermen en las calles, que se drogan, roban y se prostituyen, niños que tienen hambre, están desnutridos y enfermos, con pocas probabilidades de tener un desarrollo físico, intelectual, afectivo y emocional adecuado y con esas condiciones están condenados a sobrevivir con serias desventajas y limitaciones para enfrentar su vida como adultos.

También es hablar de una sociedad que olvida y margina a los niños que ella misma produce, y con cuyo silencio y contemplación se vuelve cómplice de la injusticia en la que los menores viven.
En México existen más de 31 millones de niños de los cuales al menos 40 por ciento de ellos tienen que trabajar y dejar de lado las condiciones de salud y educación que todo niño debe tener para desarrollarse plena­mente.
Según datos de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF), tan sólo en el Distrito Federal el número de niños que trabajan en las calles rebasa el millón. Estos niños, a una muy temprana edad -cuando tienen menos de nueve años- se ven en la necesidad de apoyar el ingreso familiar con su trabajo.
Los datos estadísticos, por muy fríos que puedan parecer, nos muestran sin embargo un panorama sombrío y preocupante sobre la situación de la infancia en México; no sólo por el hecho de que los niños tengan que trabajar, sino por las condiciones en las que se lleva a cabo el trabajo. Estas condiciones son la mayoría de las veces injustas, y existen en ellas claros signos de explotación.
Otro aspecto que resulta alarmante es el crecimiento del número de menores que tiene que recurrir a la prostitución como único medio de sobrevivencia. Según cifras del Centro Mexicano para la Defensa de la Infancia (CEMEDIN), un millar de niñas y jovencitas, cuyas edades fluctúan entre 14 y 16 años, se prostituyen en la ciudad de México a cambio de cantidades de dinero que oscilan entre los 15 y 25 dólares. El fenómeno de la prostitución infantil se agrava aún más en aquellas ciudades en donde existen menos alternativas de trabajo y estudio, para los menores.
El trabajo infantil priva a los niños de las condiciones normales para un desarrollo pleno, es decir, les impide gozar de la salud, la educación y el juego. A esto se añade el hecho de que en sus diferentes trabajos, los niños están expuestos a peligros, accidentes y enfermedades inherentes al mismo.
Según informes del Instituto Nacional de Nutrición, la desnutrición afecta al 40 por ciento de los niños mexicanos. Los mayores índices de desnutrición crónica se registran en los estados sureños de Quintana Roo (96.4 por ciento), Yucatán (96.3 por ciento), Chiapas (88.6 por ciento), Campeche (94.4 por ciento), Oaxaca (89.4 por ciento) y Guerrero (90.2 por ciento).
La desnutrición es más aguda entre los niños indígenas de todo el país, porque la dieta que consumen consiste escasamente en productos del maíz, como tortilla y atole.
En la actualidad son 2.6 millones de niños los que presentan síntomas de desnutrición. La mitad de estos tienen problemas de peso y de talla. Los menores que logren sobrevivir a la desnutrición sufrirán irreversiblemente un deterioro físico, mental y emocional y serán susceptibles a múltiples enfermedades e infecciones.

De acuerdo con los datos proporcionados por UNICEF, México ocupa el decimocuarto lugar entre los países con mayor índice de mortalidad infantil absoluta (menores de cinco años de edad). Cada año mueren en México un total de 183 mil niños menores de cinco años.
Algunas causas de mortalidad son las relativas a ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal provocadas en la madre principalmente por mala alimentación.
El índice de mortalidad en relación con nacimientos, es de 778 defunciones por cada 100 mil niños nacidos vivos. La tasa aumenta y alcanza 1,759 muertes por cada 100 mil niños durante los primeros meses de vida. Entre las otras causas principales de mortalidad, cuatro son de origen infecto contagioso y ocasionan tres de cada 10 muertes; se incluye entre ellas la neumonía, la influenza y la septicemia